Why? ~ Segunda Parte.

Hola! (:
Aquí vengo a dejar la Segunda Parte de Why? La tenía acabada pero no se entendía casi nada y prácticamente he tenido que rehacerlo. Seguramente con el principio os quedaréis como What? e.e haha, pero amm, bueno solo voy a desvelar que lo que pase en Cursiva y entre comitas " " es lo que está sucediendo en ese instante, todo lo demás Lizzie -Elizabeth- lo está narrando. A sí se entenderá más, es que en la primera parte no coloqué nada y por eso, tengo que aclararlo :S hahaha. Disfrutadlo!



Segunda Parte;

“-¿Y? ¿Qué más sucedió? –pregunta Elenne, impaciente por saber cómo continua.
Miro a otro lado, para no mirarlas. Una mano da suaves palmadas en mi rodilla, y miro a la chica de delante de mí.
-Suéltalo Beth, si no... Nunca lo vas a olvidar –murmura Kate.
Las miro, noto la preocupación en sus ojos, la pena.. y también la duda y la curiosidad. Agacho la mirada y miro a mis manos entrelazadas, con el antebrazo apoyado en mis mismas rodillas. Suelto mis manos y me cubro la cara con ellas, espero unos segundos, infundiéndome valor y después me echo el pelo hacia atrás. Suspiro.
-No sé exactamente cuánto tiempo paso.. –murmuro e intento recordar- tres o cuatro meses más tarde, más o menos.
Las dos se remueven en los sillones y se quedan en silencio para escuchar el resto de la historia. Mi historia, nuestra historia… Seguí explicando;”

Salí de las clases y al bajar las escaleras de la entrada me di cuenta de que alguien me observaba. ¿Nunca habéis tenido la sensación de que alguien os está observando? Bien… me giré y allí estaba él, Daniel. Sonriendo como si nada hubiera pasado, como si el tiempo no hubiera pasado. Como si nunca hubiera pronunciado unas palabras tan simples como ‘Necesito que nos demos un tiempo’. Allí estaba, con su sonrisa encantadora y sus ojos… En los que me perdí, de nuevo. Yo también sonreí, claro.

Me acerqué a él y acerqué mi mejilla a la suya para darnos los respetivos besos, pero él se saltó esa regla y giró la cara para besarme dulcemente en los labios. Dejé que me besara, pero no correspondí a ese beso. Por un momento, después de cuatro meses había vuelto a verlo todo con color y calidez.. Era él. Y supe que nunca más podría separarme de su lado. Nos enredamos en un juego de besos y después, cogidos de la mano, entrelazamos nuestros dedos y dimos un paseo por las calles frías, pero yo ya no las sentía de ese modo.

La verdad, no recuerdo las horas que estuvimos hablando y riendo. Como si nunca hubiera sucedido nada, como si esos cuatro meses no hubieran pasado, y lo volví a amar como nunca había amado a nadie. Mi corazón daba brincos cada vez que me regalaba miradas fugaces y sonrisas al aire. No sé cuantas veces me repitió lo mucho que me quería, y lo idiota que había sido por haberme dejado marchar…

Pero yo ya no estaba enfadada, ni dolida. Ni si quiera recordaba que habían pasado en esos cuatro meses. El volvió a romper mis esquemas y le dio un giro totalmente nuevo a mi vida. Él ha cambiado, no pasará lo que pasó; me convecí. Sonreí como una tonta mirando nuestras manos entrelazadas mientras él parloteaba de cualquier tontería, haciéndome reír.
Ya nada tenía importancia. En esos momentos solo podía mirar a esos ojos avellanas, con ese ligero toque verde casi invisible, y recordarme que sin esos ojos: los suyos, mis ojos habían estado apagados lo que había parecido, mucho tiempo.

Paramos y me apoyé contra la pared, mientras él acariciaba mis brazos, sonriendo.

-Entonces.. –comencé a murmurar. Y me detuve, mirando sus manos y como las mías jugueteaban con sus dedos.

-Entonces.. ¿qué? –preguntó él. Suspiré y alcé la cara, clavando mi vista en la suya.

-¿Qué significa todo esto? –susurré. Miró hacia otro lado, fingiendo haberse distraído con algo, cuando en realidad solo quería apartar la mirada de mí- ¿Todo vuelve a ser como antes..?

-Lizzie, sabes que me encantaría eso. Pero.. –murmuró. Conformé fue hablando fui arrugando más mi ceño en una fina línea, y sin creerlo abrí la boca haciendo una mueca incrédula.

Nada había cambiado. Algo se rompió dentro de mí. Todo volvía a ser como antes, él era como yo lo había dejado hacia cuatro meses. Apreté mi mandíbula y contuve las lágrimas y el nudo de mi garganta.

-¿Qué? –gemí. Cortando su discurso. No hacía más que dar excusas incoherentes. Lo aparté dándole un empujón y me fui de allí caminando a grandes zancados y malhumorada.

-Oh vamos, ¡Lizz! –exclamó y me agarró por el brazo para detenerme.

-¡Suéltame! –advertí y con un movimiento brusco me quité su mano de encima.

Se quedó parado en medio de la calle mirándome sin creérselo y después echó a correr detrás de mí, hasta que me alcanzó y me puso contra la pared, acorralándome.

-¡Cálmate Lizz y escúchame por favor!-pidió.

-No me llames Lizz! Para ti soy Elizabeth! –farfullé sin que se pudiera entender nada, pues el nudo que había en mi garganta cada vez se hacia más gordo y no quería llorar. No, no iba a llorar. Mucho menos delante de él, para darle el gusto de verme derrumbada.

Tragué sonoramente en un intento de bajar el nudo pero no pasó nada, solo se suavizó un poco.

-Por favor, solo un minuto! Por favor, Li.. Elizabeth. –pidió y me miró suplicante.

Y fui yo, la que miró hacia otro lado para no mirarle a los ojos, pues sabía que me perdería en ellos y me pondría a llorar, a decirle que lo amaba más que nada y a suplicarle que por favor no me dejara. Lo abrazaría tan fuerte como mis brazos pudieran aguantar y lo retendría todo lo posible.. Por eso no quise mirarle. Sabía, que dentro de un tiempo, yo misma me lo agradecería.

-Habla. –pedí cortante, y mi voz sonó levemente distorsionada por ese maldito nudo.

-Sabes que no tiene nada que ver contigo, que me gustaría contarte la verdad de todo pero que no puedo hacerlo… -chasqueé la lengua incrédula- Solo te digo que si dejé que te fueras es porque es lo mejor para ti, y que si ahora he venido, a sido solo porque necesito verte una vez más, no quiero volver porque solo haría más daño. Y no quiero herirte más de lo que te voy a herir. –musitó.

Le miré confundida. -¿Qué lógica tiene todo entonces, Daniel? Te vas para no herirme y ahora vuelves porque según tú ‘necesitas’ –hice las comillas con mis dedos- verme, pero lo que no sabes es que esto –señalé al suelo y mientras hablaba hice gestos- solo va a servir para hacer más daño.. –me señalé- ¡Para hacerme más daño! –grité- ¡Eres un egoísta maldita sea! No entiendo que es eso que no puedes decirme… Pero lo que si se, es que si de verdad te importara una mínima parte lo que a mi me hace daño o me deja de hacer, te quedarías conmigo. No te marcharías, y no te hubieras marchado. Estarías junto a mí y no me importa que es lo que pasa.. Somos una pareja, joder! O por lo menos lo éramos! Pensaba que contarías conmigo para este tipo de cosas! –grité sin detenerme y sus ojos se volvieron torturados conforme fui hablando.

Forcejeé contra sus brazos, cuando acabé, y él me soltó. Caminé hasta llegar a mi coche y abrí la puerta de él, con mis ojos inundados en lágrimas.

-Para, Lizzie. No te vayas, déjame decirte algo.. –me pidió mientras yo, metía mi bolso en los asientos traseros y me movía de un lado a otro, colocando cosas a toda prisa para marcharme de allí.

-No, no quiero –dije rotundamente y me subí al coche.

-No cierres la puerta.. ¡Te quiero! –gimió agarrando la puerta.

-Estás loco! Tú no sabes qué es querer. –dije con la voz temblorosa y puse la llave en el contacto, haciendo rugir el motor. Agarré el volante y pulsé un botón para hacer subir la ventana.

Él puso las manos en el filo de esta, y me hizo detenerme.

-Quizás no. A lo mejor no sé que es querer pero si se que nunca había sentido la necesidad de tener que cuidar a alguien, nunca había pasado horas mirando a alguien mientras dormía, ¡como un imbécil! Nunca había pasado tardes enteras recordando la primera vez que te cogí de la mano y mucho menos antes había estado pidiéndole a la mujer, más bonita, que no se marchara y se quedara aunque fuera diez minutos más conmigo. Porque soy yo el que se va, pero quiero estar contigo. Porque no te puedes imaginar lo nervioso y lo feliz que me pongo cuando recuerdo las primeras noches que te llevaba a casa, después de salir, te decía algo gracioso para que nos riéramos, nos quedábamos los dos en silencio, como si un ángel hubiese pasado y entonces yo me acercaba, te apartaba el pelo y acariciaba tu mejilla, mirándote a los ojos. Entonces, tu decías una de esas idioteces que dices cuando te pones nerviosa y yo, te besaba dulcemente, callándote con uno de esos besos que tanto te gustan. Porque no hay nada que me guste más que ese brillo en los ojos cada vez que me ves, y que solo lo tienes cuando me miras, y esa sonrisa que se te ensancha cuando te digo algo bonito..

Las lágrimas brotaron y cayeron una tras otras por mis mejillas.

-No te subas al coche, por favor, quédate conmigo... –susurró y la voz se le quebró. Los ojos le brillaron a punto de llorar y entonces cogió aire para reponerse sin apartarse de la ventana.
Lo miré durante un segundo y después le di una vuelta a la llave haciendo que el motor parara y noté como el suspiró aliviado, entonces dejé caer mi cabeza sobre el volante del coche y sollocé en silencio.


“Elenne y Kate están más acercadas a mí que antes con los ojos llenos de lágrimas y con una sonrisa débil y dulce en los labios. Hay un nudo en mi garganta y hasta entonces no me doy cuenta que me he puesto a llorar mientras les contaba lo que sucedió. Me llevo una mano a la frente e intento relajarme, pues se que ahora vendrá lo peor. Kate me da la mano, y yo se la cojo también, apretando con fuerza nuestro agarre.
-Y entonces fue cuando.. –susurra Elenne con voz rota.
Asiento una vez con la cabeza- Si… Ahora viene lo difícil, lo malo..
-No hace falta que lo cuentes.. –se apresura a decir Kate- No hace falta que acabes de contarlo, nos enteramos de esta parte por la gente que lo vio.
Niego suavemente con una débil sonrisa. –Tengo que contarlo, los demás no saben lo que paso, no saben como me sentí. Y si no cuento esto, nunca podré liberarme de este profundo dolor, que me come a cada hora que pasa.. –farfullo y seco mis lágrimas."

Final de la Segunda Parte}


Adelanto de la Tercera y Última Parte:

[…]

“Continuo y dejo que los recuerdos se apoderen de mi mente..”

Llegué a mi casa y tiré el bolso al sofá, corrí a mi habitación y allí me ovillé, colocándome en posición fetal y derramando lágrimas. Sollocé durante horas.. Nosé cuantas, lo que si sé es que hubo un momento en que mis parpados pudieron conmigo y me quedé dormida por el cansancio.
El teléfono sonó. Riiing, riiiiing! Riiiing, riiiiiing..! Con ese ruido insoportable, e hizo que mis parpados se abrieran solos. Tardé unos minutos en levantarme y coger el teléfono, no me veía con la fuerza suficiente como para poder conservar la voz en caso de que fuera algún familiar o amigo. Y no quería que se me notara que había estado llorando como una niña. Presioné el botón verde y me llevé el teléfono a la oreja.

-¿Diga? –murmuré con voz cansada.

-¿Elizabeth Possner? –preguntó una voz autoritaria y grave, de un hombre.

-Soy yo. –carraspeé.

-Soy la policía. –abrí los ojos preocupada- Llamo para avisarla de que el señorito Cohen..

El mundo se me echó al suelo cuando pronunció su apellido. –Daniel.. –susurré.

-El mismo. Señorita, me temo que Daniel Cohen.. –la voz del policía se fue apagando y eso me alertó de que nada bueno había sucedió. Mi corazón latía a toda prisa, y el policía dejó un silencio y a mi me pareció una eternidad. Entonces me lo comunicó.

Las rodillas me temblaron y mi cuerpo, cayó al sofá, dejándome sentada e inmóvil como una roca, y fría como el mismo hielo.. El teléfono se cayó al suelo y pude escuchar levemente como el policía me llamaba desde la línia-¿Hola? ¿Señorita?

Pero no pude reaccionar.





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He de admitir, que se me han escapado un par de lágrimas haciendo la Segunda Parte y cuando he empezado a comenzar la Tercera también >< de hecho he puesto un adelanto porque lo necesitaba, a si también sufrís vosotras lml muajajaja (? haha ok no .__.
Enserio espero que os haya gustado tanto como ami por que tengo un estúpido nudito en la garganta, (yo, que se lo que viene más u_ú). Juju:3
Besos enoooormes:$ 

¿Merezco Comentarios?


L'



2 comentarios:

  1. AWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWW!
    Tengo el nudo en la garganta y la curiosidad compitiendo arduamente por cual me mata primero? jajajaja enserio me ha llegado hondo son muchos sentimientos y recuerdos encontrados en este cap...
    Me encanta Daniel Jodeeer!
    Me enamore estoy flechada, imprimada, enamorada de todoo ♥
    TEAM DANIEL HASTA QUE MI SANGRE DEJE DE SER ROJA ♥ jajajajaja x.x
    Ya quiero saber que pasa!
    Aunque se que es triste lo que viene igual quiero saberlo, no se que tipo de final esperar pero se que lo amare ♥
    Me encanta Why? ok? que no se te olvide :'D hasta estoy pensando imprimirla para tenerla en fisico y leerla cada vez que quiera(?) *----*'
    LO AME♥
    ME ENCANTO♥
    I LOVE IT!♥
    Oh Yeah :3
    Me lov yu my Lawww :3 gracias por este hermoso capi c:

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  2. Tengo un nudo en la garganta, y el corazón me duele de solo recordar lo que dice, es tan triste, pero genial al mismo tiempo. No por masoquismo si no, que, como escribes tan bien, aunque alguien muera sería increíble. La cantidad de sensaciones que me haces sentir y todos esos sentimientos... No encuentro una descripción o algo parecido a lo que siento...
    Estuve a punto de llorar ahora, y seguramente lloraré en la Tercera Parte, pero eso no quita que quiera leerla ahora.
    Es INCREÍBLE, me encanta es quedarse corto...
    Un beso, voy a leer la última... :[

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