Why? ~ Primera Parte

Sin más que decir, dejo la Primera Parte de la Little History haha^^ Baja un poquito para leer el Prólogo (; Espero que os guste!

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Primera Parte;

Una tonta sonrisa se dibujó en mi rostro cuando despegó sus labios de los míos con ternura. Acaricié su pelo con mi mano derecha mientras que reposaba mi izquierda en su hombro. Sonreí, enamorada, mientras me perdía en sus ojos avellana. Entonces supe que mis ojos se apagarían si no pudieran ver los suyos, y era algo, que no quería ni imaginar. Mis dedos, temblorosos por el deseo acariciaron suavemente los suyos, recorriendo cada detalle y rincón, después siguieron en su mandíbula y luego por su faz, deleitándose en cada detalle que me hubiera perdido. Mi corazón daba brincos cada vez que una de sus manos me acariciaba o cada vez que dejaba un suave beso en alguna parte de mi cuerpo.

Recorrí su espalda con mis manos mientras nuestros cuerpos se movían al unisono. Mi cuerpo ardía, el suyo también, pero ya no me daba la sensación de ser su cuerpo y el mío, era nuestro cuerpo, unido, entrelazado. Solté una de mis manos y el la agarró antes de que cayera sobre la cama, entrelazando nuestros dedos. Mis labios se entreabrieron cuando él entró lenta y suavemente en mí, gemí y nuestras manos entrelazadas se apretaron, por el placer por el deseo. Por estar él y yo allí. El selló mis labios con los suyos y juntos bailaron, como si se supieran esa danza de memoria. Nuestras lenguas se acariciaron, se abrazaron y se retorcieron entre ellas. Los dos, jadeamos y gemimos cuando el placer pudo con nosotros.
Me hizo el amor. Y una vez más, me lo hizo de la manera más dulce y delicada que yo había sentido nunca.

Al despertar desperté abrazada a él, con mi cabeza apoyada sobre su reconfortante pecho. Me sentí la persona más afortunada del mundo en ese momento. Sonreí y bostecé, besé su pecho desnudo y pestañeé varias veces para acostumbrarme a la luz que entraba por la ventana. Incliné la cabeza hacia arriba para mirarle, sonreí una vez más. Estaba dormido, profundamente. Me quedé en silencio, escuchando su respiración acompasada y adorando cada detalle de él. Sus labios, dueños de los míos, eran los más cálidos y irresistibles que había visto, sus parpados cerrados guardaban unos preciosos ojos castaños en los que me perdía con facilidad, sus mejillas y el leve rubor debajo de ellas, su barbilla y el huequito de esta, su hermosa y cálida sonrisa, su piel perfecta. Lo amaba.

Besé su cuello y después aparté con cuidado su brazo, que me tenía presa, atada a su pecho y de no ser por el maldito tiempo -y el resto del mundo que giraba a nuestro alrededor-, me hubiera quedado presa entre sus brazos por siempre. Me incliné sobre la cama y busqué a tientas mis zapatillas, no las encontré. Agarré la camiseta de Daniel, -que estaba tirada en el suelo-, y me la colé con un rápido movimiento sin mirar, ni preocuparme, por cómo me quedaba; la sentía grande. Me levanté de la cama bostezando y llevándome una mano a la boca automáticamente. Caminé descalza por el suelo frío y abandoné la habitación. Dejé que mis pies hicieran todo el trabajo y condujeran mi cuerpo adormilado hacia la cocina, me preparé un café e intenté despejar mi mente. Extendí mi brazo para coger la taza de café –ya acabado- cuando unos brazos envolvieron repentinamente mi cintura. Di un brinco y escuché una risa ahogada y pastosa por el reciente sueño, en mi oído. La reconocí y sonreí mientras mis manos acariciaron los brazos que me envolvían.

-Buenos días, amor –murmuré.

Di una vueltita sobre mis talones y sonreí cuando vi como sus ojos me contemplaban: exactamente como los míos lo habían observado minutos antes, mientras dormía. Sonreí y el agachó su cabeza, apoyando su frente contra la mía. Sonreí ampliamente al ver una tonta sonrisa en su rostro. Besó la punta de mi nariz y cerré mis ojos dulcemente mientras su aliento cálido chocaba contra mi faz.

-Te amo.. –me dijo con voz pastosa pero aún así dulce y aterciopelada, y me pilló por sorpresa. Abrí mis ojos lentamente y le miré con una sonrisa pintada en el rostro, donde siempre estaría ahí, exclusivamente para él.-Te amo Lizzie, más que a nada, ni a nadie. Más que cualquier persona ama en todo este mundo, en el universo! –exclamó mirando al techo para después mirarme a mí. Me reí.

-Loco exagerado..-murmuré; lo amaba demasiado.

-Es verdad! –se defendió y su sonrisa se ensanchó.

-¡Oh, vamos! –exclamé sonriendo- ¡No digas eso! ¿Y tu fami..? –no me dejó acabar, me cayó con un beso y amé esa grosera interrupción. Llevé mis manos a su cuello y me aferré a él, amoldando mi cuerpo al suyo. Noté como sonreía entre mis labios y yo no pude contenerme a sonreírle, también.

Estaba hecha a su medida, y él estaba hecho a la mía. Éramos uno, una alma, un corazón, pero dos cuerpos que determinadas noches pasaban a ser uno solo. Claro.

Despegó sus labios de los míos y yo, sin decir nada más, besé la punta de su nariz y di media vuelta para coger la taza de café.

-Mmm.. que bien huele –dijo. Y su voz, aún sonó pastosa.

Me giré, con la taza en mis labios y bebiendo un sorbo, cuando acabé, despegué la taza de mis labios. Sonreí.

-Me encanta que huela a café por la mañana.. –reí- ¿Quieres? –le ofrecí.

Sonrió y me paso el dedo pulgar por mis labios, limpiando los restos de café que habían quedado. Asintió –Si, gracias.

Sonreí y me incliné sobre la cocina para coger otra taza, entonces el me frenó y me hizo volver a mi antigua posición. Dejé el café en la encimera y arrugué el ceño.

-No me has dicho que.. –comencé a decir.

-Quiero café, pero no de ese modo. –Sonrió enigmáticamente y yo me quedé mirándolo, con un gran interrogante en mi rostro y sin entender nada.

El rió y agarró mi cara entre sus manos, me besó y cuando separó sus labios de los míos, los recorrió con la punta de su lengua. Sonreí, cuando entendí si juego. Cuando me dejó libres los labios me reí.

-Aw, te adoro tanto maldito loco.. –farfullé atontada por los recientes besos. Me colgué de su cuello y ahora, fui yo la que le besó y al acabar, mordí su labio inferior. El sonrió y me apegó a él.

-Te amo... –susurramos los dos a la vez y nos reimos cuando nos dimos cuenta de que los dos lo habíamos dicho juntos.

-Pero yo más –dijo él. Rodé los ojos teatralmente y reí.

-Mentiroso. Yo más.

Y empezamos a jugar al típico juego de ‘yo más! No, yo muchísimo más! De aquí a cuanto? Al infinito! Yo al infinito y más allá!’. Las ñoñerías que uno hace cuando está enamorado, ¿no? Pero decidme, quien no ha pasado días y días a sí? Comiéndoos la boca a cada momento y diciéndoos cuanto os queréis. Todos somos ñoñas, admitámoslo.

Pero desgraciadamente, no todo dura para siempre. Algo se rompe, algo se enfría y entonces se acaba. Para que tantos te amos? Si ahora, solo sirven para hacer más daño..

No, no es lo que estáis pensando; de hecho dolió más de lo que pensáis. No me dejó, en realidad si, pero no como pensáis. Él no quería irse. Puta vida, das lo peor a quien menos lo merece, ¿Qué fue lo que el te hizo? ¡Dime!Nada.. Te regaló la mejor de las sonrisas y no se quejó por ningún obstáculo que le colocaste en el camino.

¿Por qué? ¿Por qué él..?

Final de la Primera Parte {#}

Pronto la segunda!*-* Solo espero haber despertado aunque sea un mínimo sentimiento en vosotros y una mínima curiosidad por saber, ¿que sucederá? Juro que esto se pone mejor >< es que, tengo que narrarlo todo en orden porque a si después duele más:F seee soy masoquista lml haha pero en fin, sin dolor no hay emoción:B (Frase robada de Carkwo:3)

En cuanto acabe la segunda parte, echa decentemente, vuelo y la publico :3

Espero que os haya gustado! En especial a mi Carito*.*

Un beso!:*

L'